Mi corta experiencia en educación tiene sus ventajas… y sus inconvenientes. Ventaja el hambre, querer cambiarlo todo. Inconveniente el hambre, querer cambiarlo todo.No es sino ahora cuando empiezo a comprender que no se trata de romper con todo, se trata de ver lo que luce de lo que lucía, y también lo que desluce de lo que lucía (y podríamos seguir con combinaciones de brillos y tinieblas). Y poco a poco voy consolidando ciertas ideas sobre qué bandos me gustan para enrolarme y cuales me dejan dubitativo.
Pero, sin seguir divagando, voy a centrarme en un puñado de ideas.
En educación estamos en un momento de recibir Vientos de cambio. Se da por hecho el cambio social, la forma de existir, de relacionarse, de trabajar… y la educación debe ser una guía en ese medio. Sin embargo, la realidad es que se sigue educando para convertir a los alumnos en piezas a encajar en un puzzle a diferente escala.
Con la intención de dar sentido al proceso educativo, suenan muchos gritos heroicos y cantos de sirena. Me apetece tratar algunos dispersos puntos en esta línea:
Pero, sin seguir divagando, voy a centrarme en un puñado de ideas.
En educación estamos en un momento de recibir Vientos de cambio. Se da por hecho el cambio social, la forma de existir, de relacionarse, de trabajar… y la educación debe ser una guía en ese medio. Sin embargo, la realidad es que se sigue educando para convertir a los alumnos en piezas a encajar en un puzzle a diferente escala.
Con la intención de dar sentido al proceso educativo, suenan muchos gritos heroicos y cantos de sirena. Me apetece tratar algunos dispersos puntos en esta línea: